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Una guía para estudiantes y docentes sobre cómo los desafíos mentales fomentan el aprendizaje

En un mundo donde el conocimiento es poder y la información está a la vuelta de un clic, tanto los estudiantes como los docentes deben buscar métodos efectivos para mejorar su aprendizaje. Los desafíos mentales son una técnica que ha ganado popularidad debido a sus ventajas cognitivas. Estos pueden mejorar significativamente el proceso de aprendizaje además de servir como una herramienta para entrenar el cerebro.

En este blog, te compartiremos cómo los desafíos mentales pueden ser un aliado valioso en el aprendizaje.

Aprendizaje activo basado en la neurociencia.

Según la neurociencia, cuando nos enfrentamos a obstáculos, nuestro cerebro se activa de maneras que fomentan la neuroplasticidad. Esto implica que nuestras neuronas establecen nuevas conexiones, lo que facilita el aprendizaje y la retención de datos. Los desafíos mentales, como acertijos y juegos de lógica, fomentan esta actividad cerebral, lo que hace que el aprendizaje sea más dinámico y eficiente.

(Rotger, M. 2018). Existen factores que afectan la neuroplasticidad favoreciendo su implicancia: la actividad física, la educación cerebro-compatible, la buena nutrición, el descanso y la interacción social. También existen factores que la dificultan, tales como la mala nutrición, la educación deficiente, la poca actividad física, la poca interacción social, las pocas horas de sueño y los hábitos tóxicos.

“El cerebro es agradecido y, si lo mimas, ya no sólo frena su deterioro sino que, además, rejuvenece”

Este autor nos presenta algunas actividades que ayudan a la neuroplasticidad y a conservar un cerebro activo y dinámico:

  1. Cambia de camino cuando vuelvas a casa. Si usas colectivo, baja una parada antes.
  2. Suma un nuevo alimento en tu dieta.
  3. Aprende algo nuevo que sepas que te puede gustar.
  4. Levántate quince minutos antes de lo habitual y haz una mini-serie de ejercicios.
  5. Rescata algún juego de estrategia, naipes o recreación.
  6. Enamorarse (amar).
  7. Revivir el pasado para reinterpretar y extraer aprendizaje.
  8. Buscar desafíos.
  9. Hacer frente a los miedos para generar habituación y enfrentar los riesgos que traerán a la par la extinción de los mismos.
  10. Fomentar el ocio.
  11. Estimular la creatividad.

¿Cómo ayudan los desafíos mentales al aprendizaje?

Mejoran la memoria y la concentración: desafíos como los crucigramas o los juegos de memoria obligan a los estudiantes a concentrarse y usar su memoria a corto plazo para mejorar su concentración.

Ayudan en el desarrollo del pensamiento crítico: la capacidad de analizar situaciones se desarrolla al resolver problemas complejos o rompecabezas, una habilidad en todos los escenarios, tanto académico como profesional.

Fomenta la constancia: Los estudiantes aprenden el valor de la persistencia y la gratificación de superar las dificultades por sí mismos al enfrentarse a desafíos difíciles.

Desarrollan la creatividad: El pensamiento creativo, una habilidad muy valorada en todas las disciplinas, se fomenta al buscar soluciones innovadoras a problemas inusuales.

Los desafíos mentales son mucho más que juegos; son herramientas poderosas que ayudan a las personas a desarrollarse intelectual y personalmente. Tanto los estudiantes como los educadores pueden experimentar una transformación en el proceso de aprendizaje al incorporar estos desafíos en la educación, haciéndolo más interactivo, disfrutable y efectivo. Recuerda que no solo estás entreteniéndote, sino que también estás entrenando tu cerebro.

El cambio que tu proceso educativo necesita para ser más dinámico, efectivo y estimulante es incorporar desafíos mentales en tu rutina diaria. ¿Estás dispuesto a enfrentar el reto?

 

Rotger, M. (2018). Neurociencia neuroaprendizaje: las emociones y el aprendizaje. Nivelar estados emocionales y crear un aula con cerebro. Editorial Brujas. https://ebooks7-24.com:443/?il=8187